
Acabó el encuentro y me encontré sumido entre la decepción y una rara paz interior. Como quién pide a los médicos un final digno para acabar con tanto sufrimiento. Una muerte dulce. Fue entonces cuando decidí escribir un whatsapp a Deivid. Sólo habían pasado cinco minutos desde el pitido final, y, mi cuerpo me pedía animar a quién había incluso desatendido al médico y había viajado muy mermado a Girona. El golpe de calor del partido de ida hubiera descartado a cualquiera para la vuelta, pero no él.
Le escribí: "Sois grandes. Muy grandes. Y nos levantaremos juntos. Quien da todo, no debe sentirse triste. Un abrazo." Ahí lo dejé, suponiendo que el canario, entre la tristeza y la fiebre con la que había acabado el partido, no iba a estar para contestar mensajes en unas cuantas horas.
La mayoría, nos lanzamos en tuiter a animarnos unos a otros, a ensalzar el orgullo y el compromiso de unos jugadores que habían dado todo; incluso de quiénes no habían jugado y habían animado desde el banquillo como si les fuese su vida en ello. Se comentó, incluso, que familiares de futbolistas habían compartido esperanza y pena en la grada con los locos blanquiverdes que habían cruzado España para ver a su equipo. Y les habían consolado. ¿Es esto normal?
Si el Barsa es "más que un Club" y el Madrid es "galáctico", ¿qué es el Córdoba, C.F.? Un dogma de fe, un sentido de vida, un ente invisible que emana algo volátil que nos contagia y que no tiene cura. Que nadie intente entenderlo porque, ni siquiera nosotros mismos podemos explicarlo.
Sobre las once de la noche, Deivid contestó a mi whatsapp. "Lo siento, Paco". Y ahí me desarmó. Un jugador excusándose, casi pidiendo perdón a un aficionado por no haber conseguido cumplir el sueño de ambos. El ascenso. No pude con ello y, entonces sí, me pudo la emoción, y con la tensión contenida acumulada, no pude impedir que las lágrimas fluyeran.

Que la foto de esta grupo presida desde ya el vestuario, para que futbolistas venideros sepan que en la temporada 2015-16, una reducida plantilla de jugadores con calidad para mantenerse en Segunda, estuvieron a punto de hacer el milagro.
Sois grandes. Que no se os olvide.
Paco López-Cordón Verde
@mushocordoba
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar