
El responsable del Club, el dueño
del chiringuito, disfruta impertérrito desde su poltrona de cómo el cordobesismo se
fracciona, se pinta la cara, y comienza una guerra civil fraticida. Por desgracia,
todos sabemos como suelen acabar estas historias.
No es de recibo que, a estas
alturas, González anteponga su egocentrismo y su “llevo razón por cojones”, a
la supervivencia de un club, y, sobre todo, a un escudo tatuado en blanquiverde
en el corazón de miles y miles de nosotros. Es una sinrazón llevar la
cabezonería de un puto suplemento hasta este punto, que supone la inflexión y
la ruptura total a tres bandas.
Para González, esta situación de “a
ver quién la tiene más grande”, puede desembocar peligrosamente en que la movida
contagie a los jugadores, y la cuesta abajo sea sin frenos, para darnos de bruces
con la Segunda B, o algo peor. Pero a él sólo le costará un puñado de euros y,
si acaso, el exilio de esta tierra adonde no podrá regresar, aunque como diría un
castizo, eso le importe un pito.
Tenemos mucho que perder y también
mucho que ganar. Yo no voy a pedir que la gente entre o deje de entrar el sábado
al Arcángel. Que cada cual haga lo que
le venga en gana. Nadie va a ser más o menos cordobesista por entrar o no
hacerlo. Esta guerra no es entre nosotros. Nos estamos equivocando de
adversario, que tampoco es González, sino sus formas, su prepotencia, sus errores que nunca reconoce, sus mentiras, sus vetos… en definitiva, que vea enemigos donde
sólo hay críticos y que vea amigos donde solo hay aduladores.
Ojalá, durante la jornada de
reflexión, víspera de un partido crucial, alguien valore lo que puede ganar… y lo que puede perder. Hay cosas
más importantes que el dinero. Ser cordobesista y no entrar al Arcángel a morir
con tu equipo, no tiene precio. Para todo lo demás, Master Card.
Paco López-Cordón V.
@mushocordoba
Yo no quiero paz. Yo no pararé mi lucha hasta la rendición incondicional del tirano que ha menospreciado, insultado y chantajeado al Cordobesismo. Para mí, sí es el enemigo. Mi lucha no parará hasta que se rinda y se marche con el rabo entre las piernas. No hay ninguna posibilidad de que una persona que ha alabado a la afición del Betis para ningunear a la suya propia, a la mía, siga al mando de nuestro barco.
ResponderEliminarEs la guerra y la guerra la ganan los que mejor la hacen. La historia está llena de ejemplos. Puede razonarse que en las guerras todos pierden. Cierto. El Córdoba CF está perdiendo desde que el déspota perdió la razón y, en su locura, quiere llevarnos al precipicio. Yo, como parte que me siento de este club y sentimiento, no lo voy a permitir.
Amigos, no tengo dudas de que este tiparraco se irá matando. Destrozando a la afición y dejando esto como un solar. Tengo miedo del futuro que le espera al CCF
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