Buenos días, sr. Presidente.
Desde este humilde rincón blanquiverde, voy a pasarle un pequeño examen una vez superados los 100 días desde que usted dirige nuestro barco. Llegó usted a prisa y corriendo con las calores, quizás sin conocer demasiado a fondo la idiosincrasia del cordobesismo. Como tonto no es, dio los mandos de la sección deportiva a gente de la casa, ya que las mejores revoluciones las hacen los lugareños. Éstos han puesto lo que faltaba aquí desde hace años, sentimiento y ambición. Por tanto, la evaluación en este ámbito es de notable alto, no solo por los resultados sino también por las actitudes mostradas: no está pagado ver jugar al Córdoba como lo ha hecho contra el Almería, Valladolid, Xerez, Sabadell, Alcorcón...al igual que nos entra un gustirrinín inefable cuando Paco mete un tercer delantero si el partido está complicado, sin importarle adelantar o quitar a un defensa.
En el terreno económico, su terreno, parece que la cosa también marcha. Los administradores no dicen esta boca es mía y cuando un inspector actúa de esta manera siempre es positivo. Su don de gentes le ha aconsejado sabiamente acercarse a esa derecha que casi va a reinar esta ciudad y este país durante muchos años. Algo caerá de esta amistosa relación, lo tengo claro. Si no es así, que a Nieto se lo lleven los demonios. Parece que las cuentas van cuadrando y que pronto saldremos de esta pesadilla llamada concurso de acreedores. Otro notable alto.
Ahora vienen los peros. Cuando dice y redice que no se fichará a ningún futbolista en diciembre creo que no está a la altura en ambición del cuerpo técnico. Está claro que el horno no está para muchos bollos, pero los pocos que ha horneado este año han salido exquisitos. Usted y todos sabemos que nos hacen falta 2 ó 3 refuerzos para aspirar a lo MÁXIMO. Y digo a lo máximo porque lo creo fervientemente. A día de hoy, solo hay un equipo que es superior a nosotros, el Valladolid. A ese equipo le dimos un baño tremendo en 45 minutos en su propio campo y solo la falta de gol y de profundidad de banquillo hizo que dobláramos la rodilla en el Zorrilla. Aun así lo tenemos a un punto, un punto nos separa del ascenso directo. Un lateral izquierdo que nos evite la debacle ante una lesión o bajón de Fuentes, y un delantero que le dé un respiro a Patiño y Charles, son cruciales para mantenernos ahí.
¿De dónde vamos a sacar para pagarlos? Me diría usted si se dignara a leerme. No tengo yo mucha experiencia en asuntos de este tipo, sr. González, pero puedo darle una idea. El Almería abrió la campaña de abonos en enero el año que subió a primera. Tuvo unos cuantiosos ingresos. ¿Por qué no prueba? ¿Qué puede perder, un par de sueldos de 800€ de los taquilleros? Me consta que hay mucha gente ilusionada que se arrepiente de no haberse abonado en verano. Con la marcha del equipo, las crónicas tan maravillosas que provoca en todos los medios nacionales, ese fondo sur virgen y los dos o tres recitales que nos quedan que dar antes de Navidad, pueden hacer el trabajo. El cordobés, como españolito medio, va al viento que más sopla y hoy el vendaval viene del Arcángel. Con ello nos puede dar para pagarle el sueldo de medio año a un par de futbolistas que nos ayuden a remendar nuestras carencias de banquillo y que, además, nos acercarían a unas eliminatorias tan jugosas tanto deportiva como econónicamente hablando. Piénselo.
Bueno, relájase. Tiene un notable, pero como le digo yo a mis alumnos, no se duerma, que el curso siempre se hace muy largo.