Ayer se jugó un clásico, Real Madrid- Barcelona. Desde hace días los aficionados de uno u otro equipo teníamos los nervios en el estómago, esperando a ver qué pasaba. ¿Podría la presión del Madrid contra el estilismo del Barca? ¿Después de los últimos resultado entre ambos equipos haría algo diferente Guardiola en su planteamiento inicial? ¿Lo haría Mourinho?. Los entrenadores (ambos) calentaron el partido en la previa, con el consiguiente regocijo de los medios de comunicación, que tenían argumentos para sus muchas páginas, tertulias y corrillos.
El partido fue un pimiento. El juego cómodo y aburrido de un equipo ante el juego acobardado de otro. El juego fue malo pero la pasión mucha, la incertidumbre también mucha. El estadio lleno y las televisiones marcando record de audiencias. Ese partido tenía un porqué y el juego no era lo más importante.
Decía el filósofo: “cuando hay un porqué se averigua el cómo". El Córdoba, nuestro querido Córdoba puede jugar maravillosamente (que no lo hace), pero sino hay detrás del equipo una ilusión, un porqué, los jugadores se echarán a dormir y los aficionados haremos lo mismo pero el el sofá de casa.. Cuando no vas al estadio con mariposas en la barriga mal asunto. El amor se está acabando.
Esta temporada ya no tenemos el porqué. No lo hemos tenido en realidad nunca en los últimos años. Ahora mismo, en este mes de abril que se acaba, no luchamos por el ascenso y no nos harán luchar por el descenso. ¿Porqué jugamos los próximos partidos? ¿ Por la décima plaza? Esta temporada está acabada, pero yo instaría a los dirigentes del Club, que busquen porqués. El porqué puede estar en poner a tres o cuatro chicos de la cantera y a un entrenador también de la cantera. Puede estar en decir que vamos a luchar decididamente por ascender, aunque luego nos toque todo lo contrario. Pueden poner antes del partido y en el descanso, bonitas cheer leaders , y como veo muchas chicas en las gradas, también agradables boys, (para no hacer discriminación de género) que nos entretengan la tarde. Lo que sea, pero que nos ilusionen con algo, porque el buen fútbol no es lo más importante en un partido de fútbol. Al partido de ayer entre los dos grandes de nuestra liga me remito.